¿Cómo y cuándo podar un olivo? Tips esenciales para hacerlo con eficacia

Dominar cómo y cuándo es el mejor momento para podar un olivo es una tarea esencial para garantizarle al árbol la fuerza que necesita para desarrollarse a lo largo de los años.
¿Cómo y cuándo podar un olivo? Tips esenciales para hacerlo con eficacia

La poda del olivo no es simplemente una cuestión estética, es una técnica fundamental para garantizar que el árbol se mantenga vigoroso, produzca frutos de calidad y tenga una estructura equilibrada. Aprender a podar un olivo en el momento adecuado y con el método correcto puede marcar la diferencia entre un árbol sano y productivo o uno desequilibrado y débil. Este proceso, si se realiza de manera informada, puede revitalizar un ejemplar de olivo viejo, corregir su forma y estimular el crecimiento de nuevas ramas fructíferas.

Así que, en esta oportunidad, en Can Juanito, te guiaremos por todos los aspectos importantes sobre cómo y cuándo podar un olivo, desde el momento ideal hasta las técnicas más eficaces para lograr resultados duraderos. Ya sea que tengas un olivo en tu jardín o estés iniciando una pequeña producción, esta información está diseñada para ayudarte a dominar el arte de la poda con seguridad y confianza.

¿Por qué es importante podar un olivo?

Antes de tomar las tijeras de podar, es fundamental comprender por qué esta práctica resulta tan crucial para el olivo. Este árbol, aunque resistente y de lento crecimiento, responde muy bien a una poda bien planificada. La poda de un olivo no solo tiene fines productivos, sino también sanitarios y estructurales. Permite controlar la forma del árbol, facilitar la entrada de luz solar, evitar enfermedades fúngicas por exceso de humedad y renovar ramas improductivas o dañadas.

Además, la poda estimula el desarrollo de nuevos brotes fértiles, lo cual impacta directamente en la cantidad y calidad de las aceitunas. Un olivo que no se poda puede desarrollar un follaje demasiado denso que impide la correcta aireación y dificulta la cosecha. También puede presentar ramas viejas y poco productivas que solo consumen energía sin aportar beneficios al árbol. En resumen, una poda inteligente rejuvenece al olivo y lo mantiene vigoroso, equilibrado y saludable durante años.

¿Cuál es la mejor época para podar un olivo?

La época más adecuada para podar el olivo dependerá en parte del clima donde se encuentre plantado, pero en general, la poda se realiza durante el final del invierno o a comienzos de la primavera. Este periodo garantiza que el árbol ya no esté expuesto a heladas intensas y que se pueda iniciar un nuevo ciclo vegetativo con mayor fuerza. Podar en este momento también permite visualizar mejor la estructura del árbol al estar sin hojas, lo cual facilita tomar decisiones acertadas sobre qué ramas eliminar.

En regiones cálidas, donde el riesgo de heladas es bajo, la poda puede adelantarse ligeramente. Por otro lado, si el olivo está en una zona fría o húmeda, es mejor esperar a que pase el riesgo de temperaturas bajo cero para no debilitar al árbol. Es importante evitar podas durante el verano, ya que el calor excesivo puede afectar la cicatrización de las ramas y debilitar al ejemplar. Por tanto, respetar la temporalidad de la poda es tan esencial como la técnica en sí.

Tipos de poda en el olivo y su finalidad

Cuando hablamos de podar las hojas del olivo, no nos referimos a una única técnica. Existen diferentes tipos de poda, cada una con un propósito específico. Conocerlas permite adaptar el trabajo a las necesidades concretas del árbol y del entorno.

La poda de formación se realiza durante los primeros años de vida del olivo y busca establecer una estructura adecuada que facilite el crecimiento equilibrado y la producción futura. Suele hacerse seleccionando un tronco principal y unas pocas ramas que actuarán como estructura base, eliminando brotes innecesarios o mal orientados.

Luego está la poda de producción, que tiene como objetivo maximizar el rendimiento del árbol, para que cada olivo pueda garantizar una gran recolección de aceituna. Se realiza en ejemplares ya formados y busca renovar ramas viejas, dejar espacio para el crecimiento de brotes jóvenes y asegurar una distribución homogénea de la luz. Esta poda mantiene el equilibrio entre crecimiento vegetativo y fructificación.

Finalmente, existe la poda de renovación, que se aplica a olivos muy envejecidos, abandonados o dañados. Consiste en cortes más drásticos para estimular el rebrote desde la base y devolverle vigor al árbol. Este tipo de poda debe hacerse con cuidado, ya que el estrés puede ser importante para el olivo si no se realiza correctamente.

¿Cómo y cuándo podar un olivo? Tips esenciales para hacerlo con eficacia

¿Cómo podar un olivo paso a paso?

La poda del olivo no solo mejora su apariencia, sino que es clave para estimular la producción de aceitunas, permitir una buena circulación del aire entre las ramas y prevenir enfermedades. Aunque puede parecer una tarea compleja, se puede realizar con éxito si se siguen una serie de pasos básicos y bien definidos. A continuación, te explicamos de forma clara y concisa qué hacer en cada etapa del proceso:

  • Observar el olivo detenidamente: antes de hacer el primer corte, hay que evaluar el estado general del árbol, su estructura y las ramas que claramente deben eliminarse.
  • Cortar ramas secas o enfermas: estas ramas no aportan vitalidad y pueden ser focos de infección, por lo que deben ser eliminadas sin excepción.
  • Aclarar la copa del árbol: se eliminan las ramas interiores que impiden la entrada de luz o que dificultan la circulación del aire.
  • Reducir la altura si es necesario: si el olivo ha crecido mucho, se pueden recortar las ramas superiores para mantener un tamaño manejable.
  • Seleccionar ramas principales: se deben conservar las ramas estructurales y eliminar aquellas que compitan directamente con ellas.
  • Realizar cortes limpios y precisos: siempre por encima de una yema o bifurcación, con herramientas desinfectadas y bien afiladas.
  • Revisar el resultado final: una vez terminada la poda, conviene dar una última mirada para hacer ajustes o correcciones menores si hacen falta.

¿Qué errores evitar al podar un olivo?

Uno de los errores más comunes al realizar la poda de un olivo es realizar cortes demasiado severos sin una planificación adecuada. Eliminar un gran porcentaje de la copa puede generar un estrés innecesario que afecte la producción de frutos durante varios años. Otro error habitual es cortar ramas con ángulos inadecuados, lo que impide una correcta cicatrización y puede dejar heridas abiertas al ataque de hongos o insectos.

También es frecuente subestimar la importancia de la limpieza de las herramientas. Usar unas tijeras o sierras sucias puede transmitir enfermedades entre árboles. Por eso es esencial desinfectarlas antes y después de cada uso. Además, conviene evitar podas en días lluviosos o muy húmedos, ya que las heridas abiertas son más susceptibles a infecciones en esas condiciones. Respetar los tiempos, el clima y la fisiología del olivo es clave para evitar consecuencias negativas.

Herramientas necesarias y su correcto mantenimiento

Contar con las herramientas adecuadas facilita una poda eficaz y segura. Las tijeras de mano son ideales para ramas finas, mientras que las tijeras de dos manos permiten trabajar con ramas más gruesas sin forzar la muñeca. Para cortes de mayor calibre, se recomienda el uso de sierras especiales de poda, que deben estar bien afiladas y limpias. En algunos casos, se puede recurrir a motosierras, pero solo si se tiene experiencia, ya que un mal uso puede dañar la corteza del árbol.

El mantenimiento de estas herramientas es fundamental. Después de cada uso, deben limpiarse con alcohol o una solución desinfectante para prevenir la transmisión de hongos y bacterias. También es importante revisar los filos periódicamente y aceitar las partes móviles para asegurar un funcionamiento óptimo. Un equipo bien mantenido garantiza cortes precisos y rápidos, lo cual es esencial para la salud del olivo.

Conclusión

La poda del olivo es una práctica esencial que, bien ejecutada, puede transformar por completo la salud y productividad de este árbol milenario. Comprender cuándo hacerlo, por qué, y cómo adaptar la técnica a cada situación específica es el primer paso hacia una producción de aceitunas saludable y sostenible. Cada corte, cada decisión, influye en el futuro del olivo y en su capacidad para desarrollarse con plenitud. Al tener esto en cuenta y seguir también los cuidados del olivo, podrás tener un árbol sano y lleno de frutos por muchos años.

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Fátima Correia

Fátima Correia, con titulación en Lengua y Literatura por la Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Redactora de contenidos periodísticos e informativos con más de cinco años de experiencia.

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