El Ficus es una de las plantas de interior más populares gracias a su llamativo follaje y la apariencia gruesa de sus hojas. Por lo tanto, si quieres tenerla en casa, tienes que aprender a aplicar los cuidados del Ficus.
En Can Juanito, te hablaremos sobre los cuidados que puedes aplicar a cualquiera de las plantas Ficus que desees tener, ya que hay una gran variedad. Así que, quédate con nosotros y aprende a cuidar las plantas que puedes tener dentro de casa.
Características del Ficus
Las Ficus son plantas originarias de climas tropicales y pertenecen a la familia Moraceae. Su característica más destacada son sus hojas grandes y brillantes de un color verde oscuro, por ello son elegidas como plantas de interior para decorar, gracias a su increíble belleza natural.
Dependiendo de la especie, el Ficus puede alcanzar diferentes tamaños. Algunas variedades, como el Ficus Elástica, pueden crecer hasta varios metros de altura si reciben los cuidados adecuados. Además, es una planta que ayuda a purificar el aire, eliminando toxinas del ambiente. Así que, además de su aporte decorativo, también te brindará beneficios para tu salud.
Tipos de Ficus
Al elegir el Ficus que quieras tener en tu hogar, tienes que saber que existen diversas variedades de Ficus y, si bien todas son similares, cada una de ellas cuenta con características específicas. Algunas de las más populares son:
- Ficus Benjamina: es una de las variedades más comunes en interiores y se distingue por sus hojas pequeñas y colgantes, además de su capacidad para adaptarse a distintos ambientes. Necesita buena iluminación y riegos moderados.
- Ficus Elástica: conocida también como “ficus robusta” o “planta del caucho”, esta variedad tiene hojas grandes, gruesas y brillantes. Destaca por ser muy resistente y puede tolerar crecer tanto en interiores como en exteriores.
- Ficus Lyrata: también llamado “ficus hoja de violín”, destaca por sus hojas anchas y en forma de lira. Esta resulta ideal para espacios amplios y requiere mucha luz indirecta para crecer de forma saludable.
- Ficus Microcarpa: este ficus es apreciado en el arte de los bonsáis debido a sus raíces aéreas y su tronco robusto. Se adapta bien a interiores, siempre que reciba suficiente humedad y toda la luz que necesita.
Principales cuidados del Ficus
¿Te interesa tener una Ficus en casa? Entonces tienes que saber cómo cuidar esta planta para brindarle las condiciones que necesita para crecer y desarrollarse correctamente. Así que, los principales cuidados que tienes que tener en consideración son:
1. Ubicación y Luz
Su resistencia, la convierte en un cultivo que puede crecer como planta de interior o de exterior. En el primer caso, lo ideal es ubicarla cerca de una ventana, de manera que pueda recibir luz solar indirecta. Aunque puede crecer lejos del sol directo, si la dejas en un espacio con poca luz, su crecimiento podría ralentizarse y sus hojas podrían caerse. En estos casos, considera moverlo a un sitio más iluminado o utilizar luz artificial para complementarlo.
Ahora bien, si prefieres tenerla en el exterior, tienes que ubicarla en un espacio con sombra, porque la luz solar directa puede quemar sus hojas. De igual forma, tienes que asegurarte de que esté en un lugar libre de corrientes de aire fuertes y cambios bruscos de temperatura, así que cuando lleguen las heladas tendrás que cubrirla. En climas templados, puede vivir sin problemas en jardines o terrazas.
2. Porcentaje de humedad para la Ficus
Ten en consideración que esta es una planta que prefiere crecer en ambientes con una humedad moderada. Por lo tanto, si vives en un lugar con un ambiente seco, puedes pulverizar sus hojas con agua una o dos veces por semana para mantener la humedad adecuada. Esto también te ayudará a mantener sus hojas limpias sin tanto esfuerzo.
Además, también puedes colocar un plato con piedras y agua debajo de la maceta para incrementar la humedad alrededor de la planta, en especial si vives en una región con clima mediterráneo.
3. Frecuencia de riego
El riego es un factor clave para el bienestar de cualquier planta y en el caso de la Ficus, la frecuencia va a depender de la estación del año o la condición climática de tu región. Durante la primavera y el verano, cuando la planta está en pleno crecimiento, es recomendable regarla una o dos veces por semana, asegurándose de que el sustrato esté húmedo pero no encharcado.
En otoño e invierno, reduce el riego a una vez cada 15 días, permitiendo que el sustrato se seque ligeramente entre riegos. Ten en cuenta que el exceso de agua de riego puede provocar la pudrición de las raíces, así que ten cuidado con esto.
4. Sustrato adecuado
Para mantener tu planta saludable, tienes que utilizar un sustrato bien drenado y que sea rico en materia orgánica. Esto es fundamental para que el suelo esté bien aireado y las raíces puedan recibir la cantidad de agua justa y necesaria. En estos casos, se recomienda emplear una mezcla entre tierra y arena o perlita para lograr que el suelo tenga un buen drenaje.
5. Elección de la maceta
El Ficus necesita una maceta con orificios de drenaje para evitar el exceso de humedad y la creación de charcos de agua por riegos muy frecuentes. Tanto si la vas a tener en el interior, como en el exterior de tu hogar, puedes sembrarla en maceta.
Además, es recomendable cambiar de maceta cada cierto tiempo, en especial si tiene un crecimiento muy veloz. Si notas que las raíces comienzan a salir por los agujeros de drenaje o que la planta ha crecido demasiado y ya no tiene espacio suficiente para crecer, es hora de trasplantarla a una maceta más grande.
Conclusión
Los cuidados del Ficus son muy fáciles de seguir y su gran capacidad de adaptación le permitirá crecer bien en cualquier tipo de lugar. Recuerda que con la cantidad adecuada de luz, un riego moderado y una poda ocasional, tu ficus crecerá saludable y fuerte.