Las margaritas son flores encantadoras que aportan frescura y alegría a cualquier espacio, por ello son reconocidas en todas partes del mundo. Y a diferencia de lo que muchos puedan pensar son fáciles de cuidar y se adaptan bien tanto a jardines como a macetas. Tan solo necesitas conocer los cuidados de la margarita para aplicarlos de manera oportuna y sin necesidad de ser un experto en jardinería.
Así que, si tú también quieres tener una plantar de margarita en tu hogar, en Can Juanito te hablaremos de los cuidados y características principales a tener en consideración para que crezcan sanas y con muchas flores.
Características de la Margarita
Las margaritas pertenecen a la familia Asteraceae y se caracterizan por sus llamativas flores con un centro amarillo rodeado de pétalos blancos, rosados o amarillos, según la variedad. Si bien las margaritas blancas son las más comunes alrededor del mundo, la demás variedad de margaritas destacan por sus colores únicos y vibrantes. Por si fuera poco, son plantas resistentes y de rápido crecimiento, lo que las convierte en una excelente opción para jardineros principiantes.
Pueden crecer en una amplia variedad de climas y distintos tipos de suelo, aunque prefieren temperaturas templadas y suelos bien drenados. Su floración ocurre principalmente en primavera y verano, pero con los cuidados adecuados, cualquier tipo de margarita puede florecer durante gran parte del año.
¿Por qué deberías cultivar Margaritas en tu jardín?
Las margaritas son plantas reconocidas por ser una excelente elección para tener flores cualquier jardín debido a su belleza y facilidad de mantenimiento. Su apariencia sencilla, pero vibrante atrae polinizadores como abejas y mariposas, contribuyendo al equilibrio ecológico de tu espacio verde, cosa que será de gran beneficio si tienes otras plantas en tu jardín.
Además, su resistencia a diversas condiciones climáticas y su capacidad de adaptación, las hacen ideales para jardineros de cualquier nivel de experiencia. Ya sea en un parterre, en bordes de caminos o en macetas, las margaritas siempre aportarán un toque natural y acogedor.
Cuidados de la Margarita para una buena floración
Si quieres disfrutar de sus hermosas flores y la gran cantidad de insectos polinizadores que atraerán, necesitas asegurarte de seguir muy bien los cuidados de la margarita, ya que estos son indispesables para su floración y crecimiento:
1. Luz y ubicación
Las margaritas requieren de muchas horas de luz solar para crecer y florecer adecuadamente. Por ello, se recomienda ubicarlas en un lugar donde reciban al menos seis horas de sol directo al día. Si se cultivan en interiores, es preferible colocarlas cerca de una ventana bien iluminada.
En zonas de temperaturas extremas, es conveniente dejarlas en un espacio de semisombra durante las horas más calurosas del día para evitar que sus hojas se quemen. En climas más frescos, el pleno sol favorece una floración más abundante.
2. Riego adecuado
El riego de las margaritas debe ser moderado, evitando tanto el exceso, como la falta de agua, ya que ambos son casos extremos que pueden generar repercusiones. Durante la primavera y el verano, es recomendable regarlas dos o tres veces por semana, asegurándose de que el suelo esté seco antes de volver a regar.
En otoño e invierno, la frecuencia de riego debe reducirse, ya que el exceso de humedad puede provocar la aparición de hongos y podría pudrir las raíces. En este sentido, un buen drenaje es clave para evitar el encharcamiento de la tierra.
3. Suelo y fertilización
Estas son flores que prefieren suelos ligeros y bien drenados. Por lo tanto, se recomienda utilizar una mezcla de tierra de jardín con arena o perlita para mejorar la aireación y evitar el exceso de humedad. Asimismo, el uso de un sustrato universal te ayudará a tener un suelo con las características ideales.
Cabe destacar que para un crecimiento óptimo, es conveniente aplicar fertilizante orgánico o compost cada dos meses. En la época de floración, abonar con un fertilizante equilibrado ayudará a estimular la producción de flores y el crecimiento del tallo principal.
4. Poda y mantenimiento
Podar las margaritas es algo que tienes que hacer con cierta regularidad, ya que es un cuidado fundamental para mantener su vitalidad. Se recomienda eliminar las flores marchitas para prolongar la floración y evitar el agotamiento de la planta.
Además, cada año es aconsejable realizar una poda ligera a finales del invierno para estimular un crecimiento saludable y prevenir que la planta se vuelva demasiado leñosa. De esa manera, la energía de las plantas se centra en la generación de más flores.
5. Protección contra plagas y enfermedades
A pesar de que las margaritas son resistentes, pueden verse afectadas por plagas como pulgones, ácaros y caracoles. Para prevenir estos problemas, es recomendable revisar regularmente las hojas y aplicar soluciones naturales como el aceite de neem o el jabón potásico si es necesario.
Asimismo, cabe destacar que las enfermedades fúngicas también pueden aparecer si hay exceso de humedad y es importante detectarlas a tiempo para evitar daños graves. Un buen drenaje y una correcta ventilación ayudarán a prevenir la aparición de hongos y otras afecciones.
Maceta o suelo: ¿Dónde es mejor sembrar las Margaritas?
Las margaritas pueden cultivarse tanto en macetas como en suelo directo, dependiendo del espacio disponible y las preferencias del jardinero. En macetas, se recomienda elegir recipientes con buen drenaje y un sustrato ligero para evitar el exceso de humedad. Además, el tamaño de las mismas tiene que ser acorde a las dimensiones de la planta.
En cambio, si se siembran en el suelo, es ideal elegir un lugar soleado con tierra bien drenada y rica en materia orgánica. En ambos casos, es importante asegurarse de que la planta tenga suficiente espacio para crecer y desarrollarse sin restricciones.
Conclusión
Seguir y aplicar los cuidados de las margaritas te ayudará a mantener tu planta en buen estado por una mayor cantidad de tiempo. Ten por seguro que, al tenerla en tu hogar, estas flores alegrarán tu jardín o balcón durante gran parte del año.