Cuidados de la Cinta

Can Juanito Vivers

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La planta Cinta, también conocida por su nombre científico Chlorophytum Comosum o comúnmente como Malamadre o Lazos de Amor, es una de las plantas de interior más populares gracias a su belleza. Y, lo mejor de todo, es que los cuidados de la Cinta no son para nada exigentes.

Al contrario, al ser una planta resistente por naturaleza, tan solo requiere de algunos cuidados específicos para reproducirse adecuadamente y, hoy en Can Juanito, te hablaremos sobre ellos.

¿De dónde proviene la Planta Cinta?

La Cinta es una planta originaria de Sudáfrica y pertenece a la familia Asparagaceae. Por ello se presenta como un cultivo fácil de cuidar, por su gran resistencia y durabilidad. Además, destaca a la vista por su follaje decorativo, lleno de hojas largas, estrechas y curvadas que pueden alcanzar hasta 30-45 cm de largo.

Además, es conocida por su habilidad para reproducir pequeñas plántulas o “hijuelos” que cuelgan en forma de cascada, lo que la hace ideal para macetas con porte colgante. De igual forma, durante los meses de primavera y verano podrás disfrutar de su flor, que aparece entre varias de las hojas y destaca por tener forma de estrella blanca.

Por si todo esto fuese poco, cabe destacar que estudios de la NASA han demostrado que esta planta es eficaz para eliminar toxinas como el monóxido de carbono y el formaldehído, convirtiéndola en una opción perfecta para mejorar la calidad del aire en tu hogar. Así que, contar con una Cinta en casa, no solo te permitirá disfrutar de una planta hermosa, sino también purificará tu aire, cosa que es ideal para quienes padecen de alergias.

Cuidados de la Cinta a tener en cuenta

Tanto si te consideras un principiante en la jardinería, como si ya tienes varias plantas en tu hogar y jardín, es importante reconocer los requerimientos de cada cultivo. Por ello, a continuación, te explicaremos los cuidados de la Cinta:

Cuidados de la Cinta

1. Ubicación e iluminación recomendada

Gracias a su resistencia, puedes tenerla tanto dentro, como fuera de casa, como si fuese una planta de exterior. Claro está, si optas por dejarla en el jardín, tienes que ubicarla en un espacio con sombra, libre de los rayos del sol directos, porque esto puede dañar sus hojas.

En cambio, en interiores, tienes que ubicarla cerca de una ventana y lejos de posibles corrientes de aire. Es decir, no puede estar cerca de los calefactores. Por lo tanto, puede crecer bien incluso si la quieres tener en tu balcón o terraza, ya que tolera bien los cambios de temperatura, pero tendrás que cubrirla en caso de heladas.

Si bien es resistente a condiciones de poca luz, su crecimiento puede ralentizarse y las franjas blancas en las hojas podrían perder intensidad. Por lo tanto, siempre es mejor garantizar una buena iluminación para que la planta se mantenga vibrante y saludable.

2. Cantidad de riego

El riego es uno de los aspectos más importantes en el cuidado de la planta Cinta. Aunque es resistente a la sequía, prefiere un riego moderado. Para lograr esto, lo ideal es regar la planta cuando la capa superior del sustrato esté seca al tacto, evitando el exceso de agua que podría encharcar el suelo y provocar pudrición de las raíces.

Durante la primavera y el verano, que son sus épocas de mayor crecimiento, necesitará riegos más frecuentes. En cambio, en otoño e invierno, cuando su crecimiento se ralentiza, el riego debe reducirse considerablemente, incluso con una vez a la semana será suficiente.

3. Humedad ambiental

Aunque la planta Cinta no es especialmente exigente en cuanto a la humedad ambiental, hay que reconocer prospera mejor en ambientes ligeramente húmedos. Por lo tanto, si las vas a tener dentro de casa para decorar tus espacios y el aire de hogar es muy seco, puedes pulverizar sus hojas con agua una o dos veces por semana.

Mantener el nivel de humedad controlado permitirá que la planta se adapte fácilmente en los espacios interiores y sus hojas alargadas comiencen a crecer a gusto. De igual forma, esta práctica recurrente también ayuda a eliminar el polvo acumulado y mejora su apariencia.

4. Sustrato y maceta para la Cinta

Ahora bien, al sembrar la planta es importante elegir un buen sustrato y en este caso, la sugerencia es elegir uno ligero y bien drenado. Esto también será de gran ayuda para evitar que el suelo se encharque por riegos descontroladas. También es recomendable usar tierra rica en materia orgánica para garantizar un suministro constante de nutrientes.

En cuanto a la maceta, procura elegir una que tenga orificios de drenaje para prevenir el encharcamiento y que sea lo suficientemente amplia para que pueda crecer sin problema. Cuando notes que  la planta ha crecido mucho y las raíces comienzan a sobresalir, es momento de trasplantarla a un recipiente más grande. El mejor consejo sobre su trasplante es hacerlo con una frecuencia de dos años aproximadamente.

5. Fertilización

Otro cuidado a tener en cuenta es la fertilización, ya que este es un proceso clave para garantizar un crecimiento saludable. La temporada ideal para hacerlo, es durante la primavera y el verano, llego ese momento, se recomienda abonar con un fertilizante líquido equilibrado cada dos semanas. Esto ayudará a que la planta desarrolle hojas más vigorosas y produzca más plántulas.

En cambio, durante otoño e invierno, se recomienda reducir la frecuencia de fertilización a una vez al mes o suspenderla por completo, ya que la planta entra en un periodo de menor actividad. Asegúrate de no excederte con el fertilizante, ya que un exceso también podría dañar las raíces.

6. Poda de hojas y plántulas

Para mantener la planta Cinta en óptimas condiciones, tienes que eliminar regularmente las hojas secas o amarillas. Esto no solo mejora su apariencia, sino que también previene posibles enfermedades.

Si la planta ha producido muchas plántulas y quieres controlar su crecimiento, puedes podarlas con la ayuda de un cuchillo o una tijera de podar y aprovechar de utilizarlas para propagar nuevas plantas. Simplemente corta las plántulas con cuidado y colócalas en agua o en un sustrato ligero hasta que desarrollen raíces.

¿Cómo propagar una Cinta?

En caso de que tu planta ya ha crecido mucho y quieres aprovechar sus hijuelos para sembrar nuevos cultivos de Cinta, su propagación es muy simple de realizar. Tan solo tendrás que seguir estos pasos:

  1. Identifica las plántulas o “hijos” que cuelgan de la planta madre.
  2. Corta las plántulas con unas tijeras limpias.
  3. Coloca las plántulas en un vaso con agua o plántalas directamente en un sustrato ligero.
  4. Mantén el sustrato húmedo y colócalas en un lugar con luz indirecta.

En pocas semanas, las plántulas desarrollarán raíces y podrán trasplantarse a macetas individuales.

Conclusión

Como puedes ver, los cuidados de la Cinta son muy sencillos y no te tomará demasiado tiempo cuidarla en tu día a día. Con la cantidad adecuada de luz, riego moderado y un poco de fertilización, esta planta puede embellecer tu hogar durante años.