El Albaricoque es un árbol frutal muy reconocido por lo frescos, jugosos y deliciosos que son los albaricoques. Aunque no lo creas, esta planta es originaria de Asia, pero tú la puedes tener en tu propio jardín.
Un árbol de albaricoque no te exigirá demasiados cuidados. Además, es un árbol resistente y fuerte, por lo que podrá crecer de forma adecuada en cualquier espacio en el que lo vayas a sembrar.
Características
- Tipo de planta: Árbol frutal.
- Nombre técnico: Prunus armeniaca.
- Nombres comunes: Albaricoque, damasco.
Condiciones de cultivo
- Luz: Requiere una exposición directa al sol durante al menos 6 horas diarias. El sol directo favorece la maduración de los frutos.
- Situación: Ideal para huertos y jardines soleados, preferentemente en espacios donde pueda desarrollarse sin sombra.
- Temperatura: Prefiere un clima cálido, entre 20°C y 30°C, y tolera cierto frío, pero no temperaturas inferiores a 0°C.
- Riego: Requiere riego moderado. El suelo debe mantenerse ligeramente húmedo, pero sin encharcarse, especialmente en la temporada de crecimiento.
- Suelo: Prefiere suelos bien drenados, ligeros, y algo alcalinos, con un pH entre 6 y 7. Es importante evitar el exceso de humedad en las raíces.
- Abonado: Fertilizar una vez al mes con un abono equilibrado, especialmente durante la temporada de crecimiento (primavera y verano).
- Poda: La poda debe realizarse en invierno para eliminar ramas secas y permitir una mejor circulación de aire.